jueves, 22 de diciembre de 2011

121.

Todos tenemos nuestros problemas. En algún momento (a veces excesivamente largo) de nuestra vida nos golpea por la espalda, y sólo deseamos que esa presión repentina desaparezca lo más pronto posible. Aunque en cualquier momento puede volver de nuevo. Cuando te sucede eso, lo único que piensas es que no puede haber nada peor. Ni te alivia el saber que mucha gente lo está pasando peor que tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario