viernes, 2 de diciembre de 2011

102.


Te tienta porque quiere verte ceder. Flaqueas cuando giras y ves que está. Te paras, pero no del todo. Como cuando oyes el sonido de tu móvil pero no quieres cogerlo porque sabes quién es. Tambaleas, porque una parte de ti aún tiene como acto reflejo responder a esa llamada. Pero no cedes. Recuerdas el sonido grave de su voz, sus brazos, su fuerza, y sus ojos azules, y duele. Pero avanzas como puedes, ya que quieres hacer ver que no te afecta, que no te mata por dentro; que las noches ya saben el color de tus ojos cuando los refleja la luna.
Sólo te pido que seas fuerte. Que no des signos de flaqueza que te delaten como hice yo. Porque tú ya has pasado por mucho, y los jugadores que llevan mucho tiempo en cancha necesitan un merecido descanso.

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