viernes, 27 de enero de 2012

146.

Haber creado agujeros negros en tu  mente, que tanto efecto surgieron que certeza desapareció dando paso a anonimato de dudas, de misterios, de realidades, y de rostros que dejaron identidades esparcidas y entremezcladas. Terjiversar conversaciones que probablemente nunca sucedieron en tu imaginación. Tarde o temprano cederás ante la inapelable e intermitente cuestión, que en verdad no es nada trascendental. Aunque esa es la situación, pensar que sí lo es, y comerte el coco ahora sí, ahora también.

Los problemas están para resolverlos, no para recordarlos.

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