martes, 24 de enero de 2012

143.

Luz blanca, brillante intensa. Ni frío, ni calor. Incomoda tanta perfección. Mentalmente ajena a lo que sucede alrededor. No necesito más que esto ahora mismo. Golpe de adrenalina, euforia, labios que se abren pero se ven tapados por tus manos. Sorpresas ansiadas que suceden, tardando, pero llegan. El momento exacto en el que tu día se pone como un camino llano, agradable, sorprendentemente confortable. Y la sensación permanece. Por suerte. No, en verdad no es por suerte.

Simplemente te merecías algo así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario