miércoles, 11 de enero de 2012

135.

Enumerar sensaciones que te produce esa mirada, y ceder al ver que el número aproximado es un ocho tumbado. Esa ilusión fallida que no es comparable al "mal sabor de boca" posterior. Pasar de ilusión a ilusa. Porque hay caricias que sientes como magma deslizándose por tu mejilla. Él te da un calor que cuando te quitan sólo hay frío e infinitas palabras que no tuviste tiempo de decir, porque él buscaba tu piel con su mano bajo tu camisa. Y claro, entonces faltó conciencia, y sobró ropa. Días después, se conserva la ausencia, y se evocan los recuerdos. Y la vida no tiene botón de "reiniciar" como los videojuegos. Si lo fuera, la comisura de sus labios no tendería a inclinarse hacia abajo, y esos surcos húmedos de sus pómulos estarían secos. O tensos, por la presencia de esa sonrisa perdida.

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