lunes, 5 de marzo de 2012

161.

El hielo ya había llegado a ella. Entumecida era poco. Podía ser un glaciar, a la deriva, único, y grande. Muy grande, de aquí a Moscú. Le faltaban kilómetros, y le sobraban ganas de visitar hasta el último centímetro del mundo. Era predecible, aunque sus propuestas eran peculiares. Una caravana para recorrer Europa, una motocicleta para vagar por los Estados Unidos, ... Le habían enseñado a sobrevalorar las cosas, y aunque había sabido conllevar las decepciones, había valido la pena; ahora tratando de hacer surf en costas brasileñas, ahora descubriendo miles de islas en Oceanía...
Se iba a perder muchas cosas, pero también se iba a llevar unas cuantas con ella.




Quebec. 4 de septiembre de 1970

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