lunes, 13 de febrero de 2012

154.

Paredes reflectantes, imágenes reiterativas. No hay fuerzas, y el suelo se convierte en un pequeño refugio. Sirenas en la calle, ¿qué está pasando? Que el mundo se ha estancado en el vacío, que a ti ya te había consumido cuando ocultaste tus pequeñas pupilas entre tus párpados. Murmullos, algunos cercanos, y otros no tan próximos como preferirías. Piensas que la palabra inutilidad fue específicamente creada para tu persona. No sientes frío, no sientes nada, todo escondido en tu mirada, quien a su vez está escondida en la sombra que crean tus pestañas. "Cerca del precipicio" dice la canción "en plena caída" piensas tú. Lo que tendría que haber sido a tu manera dependió de la suya. Hay muchas luces, cabezas vacías, y palabras sinceras. Tanto que esa sinceridad duele. Esa verdad escondida, donde esperaba para salir, y herir a su paso. Moteles de carretera historias de habitaciones, palabras ausentes, gestos presentes. Mentes mareadas a causa del alcohol, recuerdos borrosos de alguien pequeño. Tanto, que sólo una persona se detuvo para descubrir lo grande que era en verdad.
Y ella agradeció su llegada; lloró su marcha.

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